Recientemente, la actriz china Zheng Shuang fue acusada por su expareja de abandonar a dos bebés concebidos por gestación subrogada en Estados Unidos. Al parecer, ella quería que las madres sustitutas se sometieran a un aborto cuando rompió con él. Pero el aborto no era factible, ya que las madres sustitutas estaban en el tercer trimestre del embarazo.
Este caso pone de manifiesto cómo los deseos de los padres hacen fluctuar el valor de los niños, que oscilan entre el ser muy deseados y el ser rechazados.
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