Una mujer de 24 años, a la que se le ha dado el nombre ficticio de Laura, sin ninguna enfermedad terminal ni enfermedad física, está en peligro inminente de muerte. Doctores belgas están planificando matar a una mujer perfectamente sana, porque se queja de que desde que era una adolescente tiene con frecuencia penamientos suicidas y eso le hace sufrir.Laura vive ahora con sus abuelos, que le han dado seguridad, paz y estabilidad, pero esto no ha eliminado sus pensamientos autodestructivos. Laura admite que ha disfrutado con la planificación de su propio funeral, pero admite que su muerte será difícil para sus abuelos y para su madre.
Se estima que cinco personas al día mueren en Bélgica por el suicidio asistido de doctores. Suicidios asistidos que van desde los que padecen alguna enfermedad terminal a otros que tienen una enfermedad crónica, pero sin dolencias severas.









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