Welcome everybody

If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember.
Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.

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domingo, 25 de enero de 2009

CONTAMINACIÓN SEMÁNTICA


Siempre me han caído bien los verdes. Asistimos en nuestros días a un auge de los valores ecológicos, que procuran el equilibrio y la armonía en la naturaleza; pero la realidad es bien distinta, son muchos los desequilibrios y las agresiones al medio ambiente: contaminación acústica, contaminación estética, contaminación en los ecosistemas marinos, y así podríamos seguir hasta el infinito.

Pero hay un tipo de contaminación, que está pasando inadvertida hasta para los más intrépidos voluntarios de Greenpace. Me refiero a la contaminación semántica. Os habéis percatado de la cantidad de sandeces y eufemismos que se utilizan para desfigurar la realidad? Interrupción voluntaria del embarazo en lugar de aborto o infanticidio (porque a partir de los seis meses, los fetos son viables); libertad de elección, cuando en realidad se trata de licencia para matar; derechos reproductivos de la mujer; clínicas de reproducción asistida que en realidad son centros de fecundación artificial; derechos de tercera generación, personal sanitario que practica una I.V.E para designar a un abortario que realizó un aborto; asistente al suicidio voluntario, en lugar de verdugo a sueldo...

Ayer se celebraron los famosos exámenes para MIR. Me sorprendió que entre las especialidades previstas para la formación de los candidatos no figurasen dos que deberían hacerse un hueco, pero independientes de la práctica médica: abortarios y verdugos, para formar al personal que quiera dedicarse a esas terribles prácticas, de practicar abortos y eutanasiar a la gente. Pero eso sí, que dejen en paz a los médicos, ellos están para curar, y cuando no sea posible, cuidar y consolar, nunca matar.

Me contaban ayer de un médico que, harto de realizar abortos, se está planteando muy seriamente la posibilidad de volver a practicar la medicina, pero no sabe en qué especialidad se encontraría más cómodo. Mi amigo, con gran sentido común, le decía que no lo pensara más: tenía todo el perfil para ser un buen carnicero. Y es que los castellanos somos así, nos gusta llamar a las cosas por su nombre.

7 comentarios:

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Pues el nombre para este post es claridad meridiana, sí señor.

Vic dijo...

¿Sabes? yo vivo en Chile y en mi país esta epidemia de no decir las cosas por su nombre es una verdadera calamidad.
Nada es lo que es. Ni siquiera la palabra delito tiene cabida, ahora son "ilícitos". No existen los asesinatos de mujeres, ahora son femicidios. Ante el robo, hablamos mejor de sustración, manejo inadecuado de los fondos, apropiamiento ilícito. Aquí nadie miente, se falta a la verdad o se interpreta mal la realidad. No somos viejos, somos gente mayor o de la "tercera edad" ¿ ?.
Y por ende, nadie se responsabiliza de nada, porque nadie miente, nadie roba, etc. Así entonces nadie ofende a la sensibilidad de los demás con esas palabras feas, tan directas y dolorosas. Es el mundo light que se nos vino encima y que si no paramos, nos va a transformar en una sociedad amorfa, dormida, complaciente y amoral. Por eso llamo:
¡Francos del mundo unios! ¡Directos que aún quedan, organizaos!
¡Sinceros del mundo, actuad ahora o será demadsiado tarde! ¡Arriesguemos querellas o demandas pero, por fin, hablemos claro!

Al Neri dijo...

Comparto todo lo dicho, a excepción de tu simpatía por los verdes.

Mike dijo...

Ya sabes que la contaminación semántica funciona muy bien cuanto más tiempo se mantiene.

Hace 30 años la palabra aborto asustaba, por las connotaciones terribles que traía sobre los no nacidos. Hoy en día, es de lo más natural.

Anónimo dijo...

Muerte digna: cargarse a los ancianos; Curar una enfermedad hereditaria: seleccionar un embrión para la vida y muchos para la muerte; Interrumpir: eliminar; Derechos reproductivos y sexuales: derecho a matar al los propios hijos.

Creo que la palabra aborto sigue sonando mal incluso a quienes lo practican. Hace unos meses acompañé una amiga a hacerse una ecografía. Le diagnosticaron una malformación genética al feto y el médico hizo todo lo que pudo para inducirla a abortar, pero en ningún momento pronunció la palabra aborto. Decía: “date prisa porque te pasas de plazo, decídete a acabar con el problema, te digo que lo que viene es peor que un Síndrome de Down, vas a obligar a tu hijo a sufrir,…”

Jesús Sanz Rioja dijo...

La contaminación semántica es el arma fundameental de las nuevas ideologías biologistas. Véase lo realizado con el término "sexo", al cambiar su significado por "actividad sexual" y su significante por "identidad de género" y "orientación sexual".

Montse dijo...

Ya casi tenemos el dicionario completo.
Sigamos: gestación subrogada en vez de vientres de alquiler, efectos colaterales en vez de civiles muertos en un bombardeo, recuperación de la menstruación en vez de aborto inmediato....
A Catalunya també ens agrada parlar clar.