Welcome everybody

If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember.
Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.

Google Website Translator Gadget

domingo, 24 de marzo de 2013

POR QUÉ ESPERAR A MORIR PARA SER DONANTE?

Leo algo en BioEdge que resulta inquietante.  Hasta ahora, prácticamente todos estábamos de acuerdo en que condición previa a la donación de órganos era que el donante hubiese fallecido. Los órganos vitales no deberían retirarse hasta comprobar la muerte del donante. Pero ante la escasez de órganos, cada vez hay más especialistas en bioética que comienzan a cuestionarse esto.

Según Walter Glennon, de la Universidad de Calgary, la muerte no tiene importancia, no hay que temer a la muerte, ya que no es nada. Glennon examina el caso de un paciente que padece lesión cerebral grave. Argumenta: "Lo que importa no es que el donante esté muerto o vivo, o cuándo se certifica la muerte, sino si el donante da su consentimiento, si el donante tiene una condición irreversible, sin esperanza de recuperación significativa, y que la intención del donante se realiza en un trasplante exitoso."

Si esto es cierto, ¿por qué la gente no puede donar sus órganos cuando están bien, tal vez como una manera de suicidarse? Altamente improbable, Glennon responde. Sería irracional  por parte de esas personas...  Por lo general, es el hecho de una condición irreversible, incurable, lo que hace que una persona desee concluir su vida, que no valdría la pena vivir.

Aunque pueda parecer un despropósito, he de reconocer que la argumentación me parece lógica dentro de unos principios de una ética utilitarista, en la que no todas las vidas merecen ser vividas.

No hay comentarios: