La esposa del multimillonario Bill Gates recientemente dijo al New York Times
que, tras reunirse con mujeres pobres
de países en desarrollo, defendía la planificación familiar. Ellas necesitarían un anticonceptivo inyectable,
dijo Gates, porque no pueden negociar con su marido el uso del condón.Para ello, propone el Depo
Provera. Una nueva versión autoadministrable que se facilitaría a las mujeres de mayor riesgo. El
anticonceptivo tiene el problema de que no reduce el contagio de sida.Por otra parte, el Depo Provera está vinculado a numerosos efectos secundarios, entre ellos la duplicación del riesgo de cáncer de mama, derrame cerebral, pérdida irreversible de densidad ósea, disminución de la resistencia a las infecciones, esterilidad involuntaria y defectos de nacimiento como ser enfermedad cardiaca congénita si se inyecta de manera accidental en una mujler embarazada.
Por mucho que se insista en que se trata de una inyección subcutánea, que puede administrarse a espaldas del cónyuge, la dignidad de la mujer africana obliga a que se la informe correctamente de todos los efectos secundarios y de las consecuencias que puede tener el uso indiscriminado de este medicamento.
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