Es habitual el consejo que reciben los médicos de "no llevarse al paciente a casa", dirigido a evitar una implicación afectiva excesiva o perjudicial. Esto no puede llevar a la indiferencia de un trato técnicamente correcto pero despegado. Un artículo de opinión en STAT (https://www.statnews.com/
Personalmente, en alguna ocasión el especialista que trató uno de mis ojos se implicó muchísimo, me dejó su teléfono personal, se preocupó de mis distracciones en el tiempo libre, e incluso en una ocasión me telefoneó a casa para recomendarme una película que pasaban en ese momento por TV. Genial.