La oposición a la investigación médica con animales está teniendo consecuencias graves, como el freno de los estudios que necesitan macacos (los primates más empleados para los trabajos sobre Alzheimer y Parkinson, por ejemplo) pues resulta cada vez más caro obtener estos animales criados ex profeso, o es difícil conseguir que las aerolíneas se avengan a transportarlos.
Un artículo de opinión en STAT (https://www.statnews.com/
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