
Los católicos sí fueron un obstáculo para Hitler, podemos leer en el amplio comentario de Aceprensa. La obra se centra en las figuras del cardenal von Galen, apodado ‘el león de Münster’ que denunció los atropellos cometidos por los seguidores de Hitler; Kart Leisner, seminarista que fue recluido en el campo de concentración de Dachau; Franz Jägerstätter, campesino condenado a muerte por negarse a cumplir el servicio militar por razones religiosas; Helmuth James von Moltke, en cuya finca de Kreisau se reunieron personas de muy diversa filiación política para sentar las bases de la futura Alemania; y Wilm Hosenfeld, un oficial del ejército alemán. El sexto personaje es una enfermera, aunque en realidad no era alemana, sino polaca. Se trata de Irena Sendler, que salvó a más de 2.000 niños del ghetto de Varsovia.
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