Welcome everybody

If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember.
Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.

Google Website Translator Gadget

domingo, 26 de febrero de 2012

EL TESTAMENTO VITAL NO LO ES TODO

Aunque sólo han pasado poco más de diez años de la puesta en marcha de los primeros registros de estos documentos, un primer balance lleva a pensar que no es un derecho prioritario para el enfermo. Los cambios de opinión son algo que caracteriza a la naturaleza humana. Con las últimas voluntades ocurre lo mismo, podemos cambiar esa voluntad tantas veces como queramos. Es una posibilidad regulada por la Ley de Autonomía del Paciente de 2002, pero que ya antes recogieron legislaciones autonómicas como la catalana, que fue la pionera.

El Registro Nacional de Instrucciones Previas, que alberga estas voluntades contiene 116.064 documentos inscritos. Con ese instrumento se pretende que el paciente sea protagonista de la toma de decisiones sobre su salud, primando el principio de autonomía del paciente sobre una medicina más paternalista, que ha podido tener su auge en otros momentos.

Cataluña es la comunidad autónoma con más registros (39.539), le siguen Andalucía (22.852), Asturias (18.400), País Vasco, (que a pesar de ser la última en crear un registro tiene 8.461), La Rioja (3.969), Castilla la Mancha (3.151), Castilla y León (3.089) y Baleares (2.300). Estos datos reflejan que el testamento vital no figura entre las prioridades del enfermo.

Javier Rocafort, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) y médico de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Centro de Cuidados Laguna en Madrid, señala queen la práctica de los cuidados paliativos el uso de estas voluntades es escaso porque los pacientes nos pueden contar en directo qué es lo que quieren y si se pueden expresar prevalece esa decisión sobre lo que hayan dejado escrito en su documento".

Rocafort ilustra esta afirmación con el caso de una paciente cuya voluntad inicial era no ser hidratada, porque consideraba que era una medida para alargarle la vida de manera innecesaria. "El equipo médico conversamos pausadamente con ella sobre la conveniencia de hidratarse para poder asimilar mejor una medicación necesaria contra el dolor. Ella lo comprendió y sus últimos días fueron muy buenos".

Vistas las cosas desde fuera, da la impresión de que es una medida más efectista que eficaz, y que la manifestación de las últimas voluntades depende en gran parte del debate en los medios de comunicación, como lo prueba el pico que se observó en el verano del 2011, en pleno debate médico, ético y jurídico sobre si quitarle la sonda o no a Ramona Estévez, la anciana ingresada en un hospital de Huelva.

No hay comentarios: