En el año 2005 la Facultad de Medicina de la Universidad de Groningen, en Holanda, publicó un protocolo que establecía unas recomendaciones a seguir por los pediatras ante niños nacidos con graves problemas de salud. El Protocolo de Groningen, que defiende la posibilidad de aplicar la eutanasia a recién nacidos que padecen una grave enfermedad, fue propuesto por Verhagen y Sauer. Los defensores del Protocolo insisten que éste únicamente se aplique a niños con enfermedades terminales y que la calidad que esos niños puedan tener si sobreviven es un factor decisivo para eutasianarlos.
Provida Press, en el número 278 da algunas pistas para evaluar éticamente este Protocolo:
1) está dirigido principalmente a niños nacidos con espina bífida, muchos de los cuales podrían tener vidas satisfactorias; 2) no distingue con precisión entre niños cuyo pronóstico de muerte es cierto y aquellos que podrían continuar viviendo; 3) permite a los padres cometer infanticidio como un medio para soslayar el cuidado de sus hijos que podría ser dificultoso para ellos; 4) permite a los médicos decidir cuándo una vida tiene calidad suficiente para ser vivida; 5) permite a los médicos determinar la moralidad de sus propias acciones; 6) da una respuesta técnica al problema de medir el sufrimiento subjetivo; 7) condona el infanticidio más que prevenir la espina bífida o permitir detectarla intrínsecamente para terminar con la vida del niño por el aborto; 8) ofrece un criterio incoherente para defender si es ético terminar con la vida de un niño que sufre.
En ninguna parte del Protocolo se hace referencia a que los niños deban ser terminales; por el contrario los promotores del protocolo toman especialmente en consideración la calidad de la futura vida de estos pequeños. Lo cierto es que también el programa nazi de eutanasia comenzó con la premisa de que existen algunas vidas que no son dignas de ser vividas. Según Jotkowitz, el Protocolo de Groningen viola los códigos deontológicos tradicionales que rigen la conducta ética de los médicos con sus pacientes, y vulnera los principios morales de la gran mayoría de las personas del mundo
En la forma siempre estamos dando vueltas a los mismos argumentos de compasión y de calidad de vida, pero en el fondo la pura realidad es que estamos a mitad de camino entre la eutanasia y la eugenesia.
Welcome everybody
If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember. Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.
Google Website Translator Gadget
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
La medicina es una profesión que tiene su finalidad desde la antigüedad: SALVAR VIDAS.
Los galenos esencialmente deben procurar todos los medios y técnicas para salvar vidas humanas.
Juzgar cuando una vida dolorosa ya no es digna, establecer los parámetros dentro de los cuales es “piadoso” extirparle el halito vital a una persona, es propio de un asesino que ha desnaturalizado su profesión y a tornado indigna su propia existencia.
Si justificamos la muerte de un ser humano, estamos abriendo la puerta a nuestra propia muerte, ya que estamos rompiendo con el instinto de supervivencia, innato en el hombre por obra de Dios.
Nada justifica matar. El que mata como el que acepta el asesinato es el primero que muere, porque deja de ser un ser humano.
Nuestro dolor o incapacidad de acompañar a otro ser un humano en su existencia dolorosa no nos da el derecho de arrancarla de raíz. La muerte del sufriente no nos liberará de su dolor, por el contrario, nos condenará su recuerdo por haber sido sus verdugos.
Solo el amor y la compañía alivian sus espíritus y les da fuerza para su vida dolorosa.
Unos viven dolores físicos, otros espirituales.
¿Tenemos que matar a todo el que sufre como acto de amor?
El Dolor es parte de la vida como el Amor. Es más, desde el dolor se llega más rápido al Amor y más profundamente se vive en El.
Publicar un comentario