Hace sólo unos días, el Parlamento Andaluz aprobó la ley andaluza de "muerte digna", que hará prevalecer los derechos del paciente a poner fin a su vida. Prohibe el encarnizamiento terapéutico, pero deja fuera la eutanasia y el suicidio asistido, algo para lo que no tiene competencia la Junta de Andalucía, y que está calificado como delito en el Código Penal. Fundamentalmente se centra en la regulación de los cuidados paliativos y va más allá de la actual ley de Autonomía del Paciente.
Se dará prioridad a los derechos del paciente que exprese su deseo de limitar el esfuerzo terapéutico, cuando estas medidas provoquen una obstinación o encarnizamiento terapéutico. El PP votó en contra de 3 de los 33 artículos de la Ley. Dos de estos tres artículos se refieren a la imposibilidad de objeción de conciencia por parte de los médicos. Incluso se llegan a tipificar las infracciones y sanciones en las que los profesionales sanitarios incurrirían si no acataran la norma.
En la Ley no se determina la composición de los Comités de Etica Asistencial, que son los organismos que de hecho tendrán que decidir en caso de discrepancias entre el médico y el paciente. Esto quedaría fijado en un reglamento posterior. De esta forma, queda abierta la posibilidad de vinculación política de los posibles miembros del Comité de Etica.
Aunque todo parece equilibrado y con cierta moderación, no olvidemos que esta Ley viene precedida del caso mediático de la granadina Inmaculada Echeverría, y que es el Principio de Autonomía del Paciente el más indicado en la aplicación de eutanasia. Todo indica que con esta limitación del esfuerzo terapéutico se está abriendo la puerta a la eutanasia.
1 comentario:
Morir asesinado no tiene nada de digno, y la función del médico es curar, no matar.
Hay que corregir muchas cosas...
Gracias por el post
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