FETOS UTILIZADOS PARA CREMAS DE BELLEZA

Ya sé que puede parecer una exageración, y un guión para una película de ciencia-ficción. Pero en este caso, la realidad supera a la ficción. Una compañía de cosméticos en San Francisco, Neocutis, ha admitido que utilizó células de un feto masculino abortado como ingrediente de una crema de belleza. La crema está fabricado en Suiza y se utiliza para combatir la psoriasis, eczemas, y, como era de esperar, el envejecimiento.

La polémica está servida. Según mercator.net, la fuente donde he leido la noticia, las proteínas se obtuvieron de la piel de un feto de 14 semanas de edad, de sexo masculino, de un tamaño de un sello de correos. El uso de células fetales estaría justificado en este caso, según Neocutis, porque se trataba de un feto que difícilmente podría sobrevivir a largo plazo. El sitio web de Neocutis dice que "a través de años de investigación, los médicos han descubierto que la piel del feto tiene una capacidad única para curar las heridas sin dejar cicatrices."

Según la lógica de una ética utilitarista, el status moral del feto abortado no tiene la condición de persona, y por eso no ha de preocuparnos si tenemos consentimiento o no para el aborto o para realizar determinadas investigaciones.

Contrasta esta visión mercantilista del hombre con la que sostienen el Vaticano, como queda recogido en la reciente declaración sobre la bioética Dignitas personae , al hablar del "material biológico de origen ilícito". Allí se dice expresamente que "los cadáveres de embriones y fetos humanos deben ser respetados como los restos de otros seres humanos".