Welcome everybody
If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember. Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.
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martes, 3 de noviembre de 2009
EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Una reciente película española: Yo, también aborda el síndrome de Down. El protagonista es Daniel, de 33 años, cercano a la normalidad, que ha logrado obtener un título universitario. Ello ha sido posible gracias al cariño y sacrificio familiar. Pablo Pineda interpreta el papel de Daniel con gran naturalidad.
Muchos otros no han sido tan afortunados. En agosto de 2007 dos gemelas murieron en el hospital San Paolo de Milán. Nunca llegaron a ver la luz porque su madre acabó con ellas cuando todavía se encontraban en su vientre. Ella sólo pretendía deshacerse de Andrea, a quien los médicos habían diagnosticado síndrome de Down gracias a la amniocentesis, prueba capaz de detectar anomalías cromosómicas en el feto. Pero hubo un error: el cirujano inyectó equivocadamente la solución fatal en el corazón de Paula, que se había movido en el útero hasta ocupar el sitio de su hermana. Cuando la madre supo que la única criatura que sobrevivía en su interior era la que estaba enferma, volvió a pasar por el quirófano.
Hace quince años, la incidencia del síndrome de Down era de un caso por cada 600 nacimientos; ahora es de uno por cada mil. La técnica de la amniocentesis se generalizó en la década de 1970; ahora el 85% de las amniocentesis que detectan alteraciones cromosómicas en el feto acaban en aborto; en algunos hospitales, es el 100%.
Según un estudio realizado entre madres que habían abortado, el 92% lo hizo porque creía que su hijo nunca sería independiente, muchas admitían que habían tenido un conflicto entre razón y sentimiento. En Estados Unidos, varios médicos están tratando de que ginecólogos y padres sepan qué es el síndrome de Down antes de tomar una decisión. De hecho, algunas madres abandonaron su propósito de abortar al ver cómo su hijo se chupaba el dedo en una ecografía en tres dimensiones.
Nos estamos civilizando tanto que la eugenesia funciona, ya no ruboriza, ni atemoriza ni avergüenza. Incluso hay personas, foros en internet que pretenden explicar por qué es ético el aborto en fetos con síndrome de Down. El diagnóstico prenatal puede prevenir algunas enfermedades, siempre que no caiga en la pendiente resbaladiza de la eugenesia embrionaria y fetal.
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1 comentario:
Ciertamente me parece un tema peliagudo.
He oído a matrimonios decir que ellos sí abortarían porque, si la carga fuera para ellos podrían asumirla, pero como al faltar los padres tendrían que hacerse cargo los otros hijos, los hermanos mayores del Down, no quieren endosarles semejante sacrificio y responsabilidad, máxime cuando ellos no han tenido ni arte ni parte en la decisión.
Otras parejas dicen que quedarían tan destrozadas por la situación que no se atreven a enfrentarse tantos años con ese dolor, que son incapaces de ver como los hijos de los demás llevan una vida normal, trabajan, se casan, etc, y el suyo es como es.
Aunque entiendo los sentimientos de estos padres, creo que matar es matar, sea el feto Einstein o un niño Down.
Supongo que la solución menos mala para estos matrimonios que ni quieren ni pueden asumir la situación de un niño así en la familia es la entrega en adopción del bebé, nada más nacer. Si esto es inmoral en alguna medida, solo nos queda ser conscientes de que es infinitamente menos inmoral que acabar con una vida.
Pero es que luego te dicen ellas que una vez que dan a luz serían incapaces de separarse del crío, y que por eso prefieren abortar. Y aquí es donde ya me río por no llorar...
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