Os había prometido algo de bioética y aquí lo tenéis. Lo primero, una fotografía del día de la graduación del Máster con unos amigos que vinieron de Colombia; bueno, en realidad, desde Zamora, que es donde residen desde hace unos años. Y siguiendo con el tema, el miércoles 11 algunos pirvilegiados pudimos disfrutar de una conferencia sobre el error y la negligencia en la práctica médica, en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Allí el profesor Gonzalo Herranz, con el buen saber que le caracteriza, disertó sobre un tema desgraciadamente frecuente; se refirió a esa paradoja central: los errores inevitables han de ser evitados. Con pinceladas de buen humor decía: "Saldríamos ganando mucho si cambiáramos el modelo mental de consentimiento como papel que hay que dar a firmar, por el de un consentimiento bilateral, continuado, interpersonal, que se activa en cada visita. Necesitamos pacientes que sean capaces de preguntar “¿Se ha lavado usted las manos?” y así evitar errores evitables; o capaces de decir: “No entiendo lo que usted ha escrito en la receta”, y así evitar errores de prescripción o de dispensación. Un protagonismo así no puede ofender, sino reforzar el carácter amistoso de la relación médico-paciente. Tratar a los pacientes con el respeto ético debido a seres inteligentes y personales puede prevenir muchos errores". Fue un acto sencillo, digno y emotivo, ya que todo ello era para honrar la memoria de Enrique Riera, amigo y compañero del Comité Etico de Investigación Clínica del H.Clínico Universitario de Valladolid
Por: Alberto García Chavida
1 comentario:
ES UN GRAN MOMENTO EL QUE PUDIMOS COMPARTIR CONTIGO EL DIA DE TU GRADUACIÓN Y NOS ALEGRA ESTAR RODEADOS EN FAMILIA DE AMIGOS COMO TU. FELICIDADES ALBERTO.
ATTE. FAMILIA VIVAS PÉREZ
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