Las enfermedades de transmisión sexual se han convertido en una epidemia silenciosa, como consecuencia de la promiscuidad alentada por los programas de educación sexual, basados en el uso de anticonceptivos y preservativos, y en las campañas del mal llamado "sexo seguro".
En el 2007 se informó de 1,1 millones de nuevas infecciones, un 7.5% de aumento con respecto a 2006. Además el Centro para el Control y Diagnóstico de Enfermedades (CDC) de Atlanta, estima que más de la mitad de los contagios no se diagnostican, por lo que cree que en 2007 se podrían haber producido alrededor de 2.8 millones de infecciones.
La incidencia de sífilis aumentó un 15% en 2007, alcanzando los 11.466 enfermos. La gran mayoría de los casos se dan en hombres homosexuales. En ese año 2007, se dieron , 355.000 nuevos casos de gonorrea. La tasa de casos de SIDA entre los varones entre 15 y 24 años aumentó durante el período 1997-2006.
Desde fines de los años 90 hasta ahora, hubo una tendencia positiva para superar la epidemia gracias al auge de la educación en la abstinencia, sostenida con fondos federales, pero la continuidad de esos programas está en serio peligro, ya que el presidente Barack Obama redujo drásticamente su financiación en el presupuesto para el 2010.
Recordemos que en el año 2004, tuvo lugar un consenso internacional, conocido como consenso Lancet, porque se publicó en esa prestigiosa revista médica, aconsejando seguir la estrategia ABC en las campañas de prevención del sida. Han pasado ya 5 años desde entonces y muchos todavía no se han enterado de que sin abstinencia y sin fidelidad mutua no es posible detener la pandemia de Sida en el mundo. Después de todo, no tiene ningún sentido hablar de "sexo seguro", mejor sería referirse al uso del preservativo como "sexo más seguro", pues todos sabemos que su uso disminuye el riesgo de infección, pero no lo evita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario