La Eutanasia se permite en Holanda y en Bélgica, a petición del paciente, casi en cualquier circunstancia. La depresión es uno de esos supuestos. Sus leyes han ido ampliando los casos, hasta reconocer la eutanasia a niños enfermos, si lo piden los padres. Es un caso típico de la pendiente resbaladiza: se empieza legislando para casos excepcionales y se termina aplicando una ley a toda la población.
Los médicos reconocieron que la joven había mejorado en el último año gracias al tratamiento contra la depresión, y aun así, decidieron que la forma de extirparle el sufrimiento era acabar con su vida. Cuidar, sanar, acompañar, reconstruir las vidas dañadas es mucho más caro.
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