Se trata de un largo volumen de 577 páginas en el que, con un detallismo extraordinario, el lector entra de lleno en el momento más importantes de la Historia: la Encarnación de Jesucristo, con la fluidez de las mejores obras de ficción. A medida que avanza en su lectura, quien tiene el libro en las manos pasa a formar parte de las escenas como un personaje más. Conmueve la forma con la que Aranguren interpreta los pasajes evangélicos y, muy especialmente, aquello que las Escrituras no nos cuentan acerca de la vida oculta de Jesús, especialmente los lazos que le unieron a José y María.
Con el ritmo de las mejores obras de Aranguren, la novela está dividida en seis partes. “J.C. El sueño de Dios” arranca con la prisión de san Juan Bautista en la fortaleza de Maqueronte. Juan está debilitado y sufre momentos de debilidad y duda acerca del papel que Jesús viene a cumplir.
“Los santos son hombres y mujeres de carne y hueso”, incide Miguel Aranguren. “Como cualquiera de nosotros, deben enfrentarse a sus limitaciones y aprender a abandonarse en la voluntad de Dios. Por eso el Bautista y san José son, sin duda, dos de los personajes que más sorprenden en esta novela”. El libro enlaza de forma prodigiosa las diferentes etapas de la Historia de la Salvación con la llegada de Jesús al mundo, dejando claro el sentido de todo el relato bíblico: “el del empeño de Dios por conducirnos al Cielo”, en palabras del escritor.
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