El Tribunal Supremo en Estados Unidos ha derogado el fallo que lo convirtió en un derecho constitucional en 1973. A raiz de esta sentencia, abortar ya es ilegal en Alabama, Missouri, Wisconsin, Utah, Kentucky, Luisiana, Dakota del Sur, Oklahoma y Arkansas. Se espera que otros tantos Estados se unan en las próximas semanas.
Mientras tanto, 16 estados (California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Oregon, Vermont, Rhode Island y Washington), así como el Distrito de Columbia, han adoptado leyes que refuerzan la protección al aborto.
El aborto dejaría de ser un derecho en Estados Unidos.
Es el punto de inflexión, que lo convertiría en un mal que hay que combatir.
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