Ha levantado revuelo el anuncio en Castilla-León de la oferta obligada de escuchar el latido fetal, ver una ecografía y atención psicológica antes del aborto. Se le ha replicado que una intervención médica debe tener siempre información para poder tomar una decisión verdaderamente libre. No obstante, este argumento no hace mella: lo que se pretende al no informar es una libertad sin ataduras, ni siquiera las derivadas de un conocimiento mínimo de la realidad.
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