El nacimiento de la hija de Ana Obregón por gestación subrogada en Miami ha reabierto el debate ético sobre la obtención de bebés mediante esta técnica de reproducción asistida.
Más allá de la también cuestionable edad de la celebridad española (68 años), los llamados vientres de alquiler siguen suscitando una intensa polémica por lo que se esconde tras el deseo de una persona o pareja de tener un hijo cuando la naturaleza les da la espalda.
Es contraria a la ética y al derecho
La Asociación Española de Bioética y Ética Médica (AEBI)
celebró su Jornada Anual en 2016 , bajo el título “Maternidad subrogada:
revisión ético-legal”. En ella participaron diversos especialistas que
analizaron este fenómeno desde diferentes perspectivas. Nicolás Jouve de la
Barreda, catedrático de Genética, abordó el problema desde la biomedicina, entre otros.
La primera conclusión de AEBI condena la maternidad subrogada por considerarla contraria a la dignidad de la mujer. Las madres –explica el documento– son presionadas psicológicamente para no generar ningún vínculo afectivo con el bebé en gestación, o para suprimirlo si se produce. Por otro lado, una vez finalizado el proceso, la otra parte frecuentemente se desentiende de su salud emocional y de los posibles traumas ocasionados.
Todo, por 50.000-200.000 euros, según el país y la clínica que se elija. Pero nunca hay derecho al hijo. No hay que confundir derechos con deseos.
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