If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto! I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember. Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.
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jueves, 25 de agosto de 2016
UN VÍDEO QUE SALVA VIDAS
En Youtube está arrasando. Te dejo algunos comentarios:
Sharissie. Valiente mujer de contar todo aquello. Mucha verdad en sus palabras, lo que ella pasó nadie lo dice
Espisga. Me he quedado sin palabras. Esta chica es la persona más valiente que he visto, al dar este testimonio tan escalofriante. Cuánto sufrimiento Dios mio, y todo para el puro negocio…
Miriam: Que valiente eres Patricia es muy doloroso y realista tu testimonio y le pido a DIOS q destruya todos esos centros de asesinatos a inocentes
José Ignacio: Escalofriante testimonio. Felizmente, la cosa acabó
bien. Doy gracias a Dios y a Santa María por haber rescatado a esta
mujer. Realmente, es un anticipo del infierno, ese mundo del aborto: eso se ve claramente por las cosas abominables que cuenta
Carlos: Cuando Patricia dijo "VENDIENDO ASESINATOS" corté el vídeo. Ya no lo pude ver más.
Un resumen a modo de trailer:
Mi novio estaba feliz de ser papá, yo tuve que engañarle con puras mentiras
Me dijeron que era una bolsa de células pero luego les escuché que las chicas no podían ver las partes de su bebé
El 95% eran jovencitas hispanas sin papeles migratorios.
Papá, mamá, bebé, él, ella, eran palabras que estaban prohibidas.
Me jalaba el pelo muy duro para hacerme daño
La pregunta nº 1 que hacen todas las mujeres: ¿mi bebé lo va a sentir?
Me aplaudieron y me dijeron: ‘Bravo, Patricia, eres una mujer valiente, no has llorado’
Mi novio lloraba y me bañaba con sus lágrimas, pero yo no podía llorar.
Me pagaban el triple que en mi anterior trabajo
La rueda era bracito, pierna, bracito, pierna, cabeza. Así, 25.000 dólares diarios.
La cocaína me ayudaba a asumir ese dolor. Luego pasé a drogas más duras.
Perdí mi coche y mi casa. Estaba sola, con hambre y frío, abandonada en un banco de la calle y sentí un abrazo.
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