La reciente sentencia de Alabama estableciendo que los embriones procedentes de la fecundación in vitro conservados en congeladores son seres humanos ha despertado el espanto liberal, que ha visto en peligro su práctica, y ha producido los comentarios sesgados correspondientes. En realidad, no hay tal peligro. Los motivos para oponerse a ella son muchos más. Los resume Michael Cook en Mercator. El artículo se encuentra traducido al español en Bioéticaweb.
En todo caso, llama la atención que, en este contexto, nadie hable de que la extracción de un solo óvulo producido en un ciclo natural y la implantación de ese único embrión resultante da el mismo porcentaje de éxito final tras tres transferencias que los ciclos estimulados y la transferencia múltiple, más peligrosas para la salud de la madre y del niño producido. Cf. Alcázar. Riesgos para la salud de los niños concebidos mediante técnicas de reproducción asistida.
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