Welcome everybody
If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember. Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.
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domingo, 22 de febrero de 2009
AGUA DE NORIA
Me temo que estoy defraudando algo a las dos lectoras que todavía me siguen, porque he escrito últimamente algo sobre bioética, pero muy poco sobre libros. Y por fin va una entrada que es algo así como el paradigma de lo que pretende este blog: hablar de bioética y de libros. Agua de noria es eso: una magnífica obra literaria sobre problemas de bioética.
El autor es el impresentable José Jiménez Lozano.
Los que me conocen algo saben la razón: Jiménez Lozano es un escritor impresionante, que no necesita presentación. El libro está editado por RBA, de lectura fácil y con una variedad de registros que hacen de su lectura algo ágil y entretenido, pero con una profundidad que sobrecoge. Como telón de fondo aparece cuestiones de bioética de gran calado, como la experimentación con humanos, eugenesia y la falsa solución de la eutanasia. Yo diría que es un libro para lectores inteligentes. Que no se ofendan quienes declinen la invitación a leerlo.
Extraigo un párrafo, a modo de aperitivo: "Ya conoce las leyes nazis de eliminación de enfermos y subnormales, experimentación y eutanasia, y las leyes comunistas de liquidación de individuos y grupos. La ley es la filosofía y la ciencia encarnadas, y entonces obliga. Quizás estemos pronto ante una situación así. Yo creo que, ya andando un poco más desde donde estamos en este momento, hasta el incesto podría ser admitido como lo es el aborto. Según lo que oigo y leo, todo el asunto está en hacer pensable lo que hasta ahora impensable, y legal lo hasta ahora prohibido, porque todo debe poder hacerse y toda prohibición es autoritaria y machista, o de clase explotadora. Eso dicen. Es que no lo oye a diario?"
domingo, 15 de febrero de 2009
AMPLIACIÓN DE DERECHOS
Cuando para una simple operación de apendicitis se requiere el permiso paterno, no dejar de llamar la atención que el Gobierno español quiera sacar una nueva ley sobre aborto, que facilite el acceso a esta calamidad a las menores de 16 años sin el consentimiento de sus padres. Lo siguiente será el aborto libre y gratuito, por motivos eugenésicos, en cualquier momento de la gestación. Y si no el tiempo.
Claro que en un país pluralista y moderno, tenemos que estar por la ampliación de derechos, pero que yo sepa el aborto no es ningún derecho, porque no hay derecho a la muerte. Y en nuestra Constituación se garantiza el derecho a la vida, no a la muerte.
El aborto voluntario es siempre un mal social: no sólo afecta al ámbito personal de los que intervienen sino que resulta perjudicial para la sociedad en su conjunto. Las leyes permisivas en el aborto conllevan la aparición de nuevos problemas si no van acompañadas de soluciones alternativas, de ahí muy alegría al ver iniciativas como Red Madre y otras similares, que de verdad sí que van a la raíz del problema.
Cuál es el mayor problema de España en estos momentos? ya nos imaginamos las respuestas sugeridas: paro, inseguridad, inmigración, terrorismo, etc. Pues no estoy de acuerdo: una sociedad con estas cifras de aborto y que no reconoce éste como el mayor problema que tiene es una sociedad anestesiada, narcotizada, pero que muy, muy enferma.
Entender el aborto como un método más de anticoncepción me parece una aberración, insostenible desde el punto de vista científico. Sólo se entiende esto si consideramos el negocio instalado en torno al aborto voluntario: en España, este negocio mueve 30 millones de euros al año y el debate sobre el aborto ha surgido cuando ese negocio se ha visto amenazado.
Por eso, me parece que lo deseable sería promover soluciones alternativas al aborto voluntario, y que los poderes públicos reconozcan el derecho a la maternidad como un nuevo derecho social con su catálogo de prestaciones. Asimismo se hace necesario un estatuto jurídico del embrión que reconozca al concebido como sujeto de derechos, y también el derecho de los profesionales sanitarios a la objeción de conciencia. Esto sí que es ampliación de derechos.
Claro que en un país pluralista y moderno, tenemos que estar por la ampliación de derechos, pero que yo sepa el aborto no es ningún derecho, porque no hay derecho a la muerte. Y en nuestra Constituación se garantiza el derecho a la vida, no a la muerte.
El aborto voluntario es siempre un mal social: no sólo afecta al ámbito personal de los que intervienen sino que resulta perjudicial para la sociedad en su conjunto. Las leyes permisivas en el aborto conllevan la aparición de nuevos problemas si no van acompañadas de soluciones alternativas, de ahí muy alegría al ver iniciativas como Red Madre y otras similares, que de verdad sí que van a la raíz del problema.
Cuál es el mayor problema de España en estos momentos? ya nos imaginamos las respuestas sugeridas: paro, inseguridad, inmigración, terrorismo, etc. Pues no estoy de acuerdo: una sociedad con estas cifras de aborto y que no reconoce éste como el mayor problema que tiene es una sociedad anestesiada, narcotizada, pero que muy, muy enferma.
Entender el aborto como un método más de anticoncepción me parece una aberración, insostenible desde el punto de vista científico. Sólo se entiende esto si consideramos el negocio instalado en torno al aborto voluntario: en España, este negocio mueve 30 millones de euros al año y el debate sobre el aborto ha surgido cuando ese negocio se ha visto amenazado.
Por eso, me parece que lo deseable sería promover soluciones alternativas al aborto voluntario, y que los poderes públicos reconozcan el derecho a la maternidad como un nuevo derecho social con su catálogo de prestaciones. Asimismo se hace necesario un estatuto jurídico del embrión que reconozca al concebido como sujeto de derechos, y también el derecho de los profesionales sanitarios a la objeción de conciencia. Esto sí que es ampliación de derechos.
domingo, 1 de febrero de 2009
NECESARIA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
La objeción de conciencia es muy importante actualmente, porque en muchos casos se presiona a los médicos para que practiquen abortos o eutanasias y ellos no se sienten protegidos para ejercitar ese derecho. El derecho a la objeción de conciencia del profesional sanitario será uno de los aspectos claves de la sanidad en los próximos años. La prescripción y dispensación de la píldora del día después, y sobre todo la próxima ley del aborto en España y las decisiones médicas al final de la vida son ámbitos en los que sin duda este derecho cobrará una gran relevancia.
Según Isidoro Martín, catedrático de Derecho de la Autónoma de Madrid, la objeción de conciencia debe reconocerse como un derecho fundamental, implícito en el artículo 16 de la Constitución Española, que recoge el derecho a la libertad ideológica y de culto. Actualmente, hay una inseguridad jurídica en este campo que crea problemas al profesional, a la Administración y a los pacientes. El Presidente de la Organización Médica Colegial ha manifestado recientemente que el no reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia choca frontalmente con el Código de Deontología Médica.
Mientras tanto, un grupo de trabajo de la Fundación de Ciencias de la Salud, con el apoyo del Ministerio y coordinado por Diego Gracia, presentó un libro con esta finalidad: negar el derecho a la objeción de conciencia, alegando que no se trata de un derecho fundamental. La mujer tendría derecho al aborto porque se trataría de una acción terapéutica sanitaria, a la que el médico no puede negarse. El autor pensaba obtener el apoyo unánime de todos los médicos presentes, pero no le fue dado porque algunos de ellos se opusieron de forma rotunda.
Somos muchos los que consideramos que el aborto siempre es un mal, que no hay ningún derecho al aborto, que no hay ninguna mujer en este país en la cárcel por haber abortado, que no podemos obviar el síndrome del aborto que padecen no sólo las mujeres, sino también los varones que han inducido al aborto de su pareja. Ante estas realidades, hay que desenmascarar las turbias maniobras del gran gurú de la bioética, se llame como se llame. Y eso sí, dotar a los profesionales de la medicina de la protección jurídica necesaria para que ejerzan su oficio: salvar vidas, no abortarlas.
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