Welcome everybody

If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember.
Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.

Google Website Translator Gadget

jueves, 7 de enero de 2010

EL DIAGNÓSTICO PRENATAL A EXAMEN


Eso es lo que hace el ginecólogo español, Esteban Rodríguez Martín, con el que coincidí en el Congreso de Bioética y Con-ciencia celebrado en Madrid en el mes de octubre pasado. Sus certeras intervenciones no me pasaron inadvertidas. Ahora he tenido ocasión de encontrarlo de nuevo en algunas declaraciones que hace a la Agencia Zenit, en las que defiende no solo la objeción de conciencia frente al aborto, sino también contra el diagnóstico prenatal cuando no beneficia al feto y sólo sirve para detectar a los que tienen alguna deficiencia con vistas a eliminarlos.

Sostiene el doctor Rodríguez Martín que hay una clara vinculación entre estrategias de Diagnótico prenatal y aborto, lo que provoca la objeción de conciencia de algunos profesionales. Habría que distinguir entre un buen uso del diagnóstico (curar), de un mal uso, que sería acabar con la vida del embrión o del feto. También alerta sobre la influencia de la doctrina de un supuesto derecho a nacer sin taras, que nos llevaría a la pendiente resbaladiza de la eugenesia y favorecería planteamientos pro-choices en algunos médicos.

También nos dice cómo a muchas mujeres que se les ofrece el aborto les suele faltar el consentimiento informado. “Hay que explicarles lo que no les explicarán los abortistas: qué dice la ley, en qué consiste un aborto, cómo se hace, qué secuelas le acarreará, a qué complicaciones se expondrá, como influirá en su salud sexual y su futuro reproductor y como afectará a su dinámica familiar tanto con sus padres como su cónyuge como con el resto de su hijos. Hay que hacer una ecografía para mostrarle la realidad corporal y personal de su hijo vivo”.

Vaya desde aquí mi saludo a Esteban, al que agradezco sinceramente sus brillantes intervenciones y le animo a seguir luchando por la vida.

3 comentarios:

Aprendiz dijo...

Es verdad, yo nunca me he parado a pensar en esto que dices, y está claro que quienes se hacen esas pruebas es porque tienen intención de abortar si salen deficiencias.

Agustín Losada dijo...

El diagnóstivco prenatal solo se utiliz para detectar malformaciones genéticas y eliminar a los niños "defectuosos". La propia SEGO recomienda en sus protocolos que la amniocentesis se haga antes de la semana 22 para que de tiempo a abortar si esa es la intención.
Nadie me ha sabido explicar (más bien yo no he sabido entender) qué enfermedad se puede curar habiéndose detectado con un test que además per se tiene riesgo de provocar un aborto. Me parece que es un mero test informativo, que tan solo busca el cribado del síndrome de Down y los defectos del tubo neural, y como tal, es lógico que los defensores de la vida se opongan a realizarlo por razones de conciencia.

De hecho el protocolo indica que "en caso de detectar alguna alteración congénita fetal, el profesional sanitario debe informar la mujer/pareja del pronóstico de esta alteración. Debe informar adecuadamente y con todo el respeto a la mujer/pareja sobre las posibilidades que les frece el servicio sanitario en relación con la continuidad del embarazo, o la interrupción de la gestación de acuerdo con los supuestos previstos por la ley. En caso de que la mujer se decida por la interrupción de la gestación, se le tendrá que facilitar toda la información necesaria para el
correcto consentimiento informado, que deberá formalizarse por escrito"

albert dijo...

Muchas gracias, Agustín, por tus comentarios. Creo que escribiré otra entrada sobre este tema, pues son muchas las cosas que van saliendo. Pero es de verguenza utilizar una técnica terapeútica prácticamente de forma única para eliminar vidas humanas.