La cinta, narrada por la doctora Alveda King, sobrina de Martin Luther King, muestra el recorrido del aborto en Estados Unidos, apoyándose en impactantes testimonios de personas directamente implicadas tanto desde el lado de la medicina, como desde el de las madres. He echado de menos el testimonio de hombres que sufren el síndrome post-aborto, sí aparece Nathanson pero se nota la ausencia de varones que hayan inducido a su pareja a abortar.
Welcome everybody
If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember. Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.
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viernes, 8 de octubre de 2010
PELÍCULA DE PRECEPTO
Así calificaría alguno de mis amigos a la película Blood Money. Al menos, para los que defendemos la vida así es, una película que uno no puede perderse. Acabo de verla en su estreno en Valladolid. Y vale la pena. Aporta datos, argumentos e ideas para comunicar la gran tragedia del aborto, el inmenso negocio que supone para unos pocos y la tragedia de las mujeres a las que no se les da otra alternativa que la de negar el don de la vida al bebé que llevan dentro.
La cinta, narrada por la doctora Alveda King, sobrina de Martin Luther King, muestra el recorrido del aborto en Estados Unidos, apoyándose en impactantes testimonios de personas directamente implicadas tanto desde el lado de la medicina, como desde el de las madres. He echado de menos el testimonio de hombres que sufren el síndrome post-aborto, sí aparece Nathanson pero se nota la ausencia de varones que hayan inducido a su pareja a abortar.
La cinta, narrada por la doctora Alveda King, sobrina de Martin Luther King, muestra el recorrido del aborto en Estados Unidos, apoyándose en impactantes testimonios de personas directamente implicadas tanto desde el lado de la medicina, como desde el de las madres. He echado de menos el testimonio de hombres que sufren el síndrome post-aborto, sí aparece Nathanson pero se nota la ausencia de varones que hayan inducido a su pareja a abortar.
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