REVESES A LA EUTANASIA

En pocos días, los partidarios de la eutanasia (que no tiene nada que ver con una muerte digna) han consechado dos derrotas consecutivas en tribunales europeos. Primero ha sido en Francia, donde el Senado ha rectificado hasta dejar vacío de contenido un proyecto de ley pro-eutanasia, redactado para imponer el derecho a morir. Desde 2005, en Francia el cuidado a enfermos terminales está regulado por una Ley que prohibe el encarnizamiento terapeútico.

Ahora se pretendía que toda persona en fase terminal, con graves sufrimientos físicos o psíquicos, pudiera beneficiarse de una muerte rápida y sin dolor. El primer ministro aseguró que "no debemos cruzar el umbral fatídico de legislar para acordar el derecho a darse muerte". Dos enmiendas han vaciado el contenido del primer artículo del proyecto. El debate continúa. En Francia, según un sondeo reciente el 98% de los ciudadnos es favorable a legislar sobre la eutanasia, aunque sólo un 58% apoyaría su legalización.

También en este mes, el Tribunal  Europeo de Derechos Humanos ha rechazado el supuesto derecho al suicidio asistido que los Estados estarían obligados a garantizar.En una sentencia reciente, este Tribunal afirma que el Estado debe cumplir su primer deber respecto al bien común que es preservar la vida de los individuos, protegiendo el derecho a la vida.

Continúa manteniendo la sentencia que emitió en 2004, donde prima el deber de los estados de defender la vida de todas las personas, y la interpretación de que el derecho a la vida no incluye el derecho a acabar con la propia vida, aunque algunas personas vean restringido algún aspecto de su autonomía.

Y mientras tanto, en las montañas de Utah, en la estación de invierno Park City, se proyecta el documental How to die in Oregon (Cómo morir en Oregon). La película comienza con un hombre muriendo de cáncer mirando a la cámara. Dicen las críticas que pocos espectadores aguantaron hasta el final.  La fotografía es de una escena de la película.

En España, se plantea ahora una Ley de Muerte Digna, que a primera vista parece querer garantizar los mejores cuidados al final de la vida. Aunque no incluye la posibilidad de que un paciente pueda solicitar terminar con su vida, habrá que estudiarla atentamente. Todavía están muy recientes los 400 homicidios por sedaciones terminales en el Hospital Severo Ochoa de Leganés.