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La protección de la vida “está en marcha” en Estados Unidos. Entre los años 2010 y 2014 se han sancionado en total 231 nuevas leyes
pro-vida, por lo que más de la mitad del país ya presenta restricciones
al aborto. Esos números han crecido
mucho desde el año 2000, cuando 13 estados habían llegado a adoptar
hasta cuatro restricciones, pero ninguno llegaba a cinco, como sucede en
la actualidad. Solamente durante el año 2014 un total de 341 proyectos
de leyes pro-vida fueron presentados en las legislaturas de 15 estados,
si bien finalmente 26 se convirtieron en ley. Actualmente, más de la
mitad de las mujeres estadounidenses viven en un estado que protege
jurídicamente la vida del niño por nacer, y de su madre.
Una ley ha provocado que se cierren la mayoría de los Centros
de Abortos practicados en Texas. Alabama fortaleció las leyes de consentimiento de los padres. Arizona por su parte, permitió inspecciones sin previo aviso
en Centros de abortos y declaró ilegal la organización de abortos para
menores por parte de un adulto, sin el consentimiento paterno. Dos estados prolongaron el periodo de espera antes de realizar un aborto: de 24 a 48 horas en Alabama ya 72 horas en Missouri. Mississipi prohibió los abortos tardíos, apoyándose en el dolor
fetal. Dakota del Sur, por su parte, aquellos abortos realizados por
razones de sexo.
Son sólo algunos ejemplos indicativos de que algo está cambiando en Estados Unidos.
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