Welcome everybody

If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember.
Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.

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miércoles, 28 de agosto de 2019

EL BUEN PROFESIONAL

En un mundo configurado en gran medida por la empresa y las relaciones laborales, se agradece el breve ensayo de David Cerdá titulado El buen profesional. 

El carácter sevillano de su autor se refleja en esas páginas simpáticas y amenas, dedicadas a quienes dan los primeros y segundos pasos en el ámbito laboral, y a sus principales cualidades: amor al trabajo, ilusión de servir a los demás, compañerismo y amistad en la empresa, orden, discreción, autoridad, prestigio... Lejos de ser un teórico, David Cerdá habla por propia experiencia y tiene el detalle de adobar su discurso con anécdotas sabrosas, con ejemplos certeros, con chistes, refranes, aforismos…

Es cierto que el trabajo nos ata, pero también nos libera y dignifica, nos abre a otras personas, nos aleja del empobrecedor egocentrismo, nos permite una contribución esencial a la polis. Con razón nos quejamos de quienes queman contenedores, destrozan coches o dañan monumentos, pero mayor manifestación de falta de civismo es la falta de profesionalidad. Dicho en positivo: el ejercicio virtuoso de la profesión es una excelente contribución social. Sean cuales sean nuestras ideas sobre el Estado, los servicios sociales o los impuestos, si realizamos bien nuestro trabajo seremos buenos ciudadanos. Esa idea conviene tenerla clara en un mundo proclive al individualismo y al exhibicionismo, en el que tendemos a exigir demasiado a la vida y demasiado poco a nosotros mismos. 

Paco de Lucía explicaba brevemente la razón de su dominio de la guitarra: “Llevo desde niño practicando todos los días una media de catorce horas, y a eso en mi tierra lo llaman duende”.

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