Desde sus primeros pasos, bioeticaylibros ha sido un foro abierto a todos, donde los comentarios fluían sin necesidad de regulación de ningún tipo, hasta que hace unas semanas dos personajes curiosos, un francés y un anónimo dejaron de respetar las más elementales reglas del juego, cayeron en la provocación, en la intolerancia y en la histeria desatada. Desde entonces, todos los comentarios son convenientemente filtrados.
Es algo generalizado. Hay personas que destilan odio por donde quiera que pasan, rezuman odio largo en insultos y nulo en razones: no sólo son infelices, sino que son sembradores de odio. El primer presidente de la República Checa, Vaclav Havel, publicó en la Revista Atlántica un largo artículo sobre el odio y los odiadores, entre otras cosas dice:
“Tal y como las he conocido, las personas llenas de odio tienen permanentemente el sentimiento de que han sido engañadas, es un sentimiento indestructible profundamente desproporcionado respecto de la realidad. Estas personas parecen querer ser estimadas, respetadas y amadas sin límite, parecen atormentarse sin cesar por el doloroso descubrimiento de que los demás son de una ingratitud y de una injusticia imperdonables, pues no sólo no les manifiestan el respeto y el amor que se les debería(...) Quieren convertirse en el centro del mundo y se encuentran frustrados e indignados por el hecho de que el mundo ni les acepte ni les reconozca como tales, ni les preste atención alguna e incluso se burle de ellos.” Y Havel sentencia: "El que odia es, en el fondo, un desgraciado que nunca podrá ser feliz por completo".
Por odio y por envidia mató Herodes. En Valparaíso hay una lápida, que reproduzco aquí, en honor de los niños asesinados antes de nacer, siguiendo los pasos de Herodes. Parece que fue colocada por Caballeros de la Orden de Malta.
2 comentarios:
Albert:
Filtre usted los comentarios, pero no los borre. Déjelos al aire, para que se vean sus vergüenzas. No se preocupe. La verdad se impone siempre. Y los que se empeñan en hacer valer sus puntos de vista a base de ladridos terminan quedando en evidencia. Tengo para mí que el hecho de que queden reflejados los puntos de vista de aquellos que sólo rebuznan para imponerse frente a los otros es la mejor eviencia de la equivocación en la que pretenden arrastrar a los demás.
En ocasiones he tenido que soportar a estos manipuladores, y siempre me quedo con la ilusión de que, tal vez, por una vez, se pararon a pensar. Será un espejismo, pero puede que les haga bien.
Albert, no sé si será habitual pero a mí me sucedió lo mismo hace unos días. Un anónimo también entró en la ofensa personal, imagino que molesto al ver un blog espiritual sin otra finalidad que compartir desde la fe, con respeto a todo y todos. Después de reflexionar, decidí poner un filtro. Creo que quienes actúan así lo que menos les interesa es el diálogo ni plantear un cruce constructivo de opiniones. Sólo pretenden dañar, así que creo que es saludable para uno mismo poner ese límite. Quiénes quieran "morbo" de conversaciones insultantes que vayan a otros sitios. Tristemente hay gente para todo. Un abrazo y ojalá sea algo puntual.
PD.: Le doy mi enhorabuena por su blog, interesante y formativo... lo que ocurre es que la verdad no es bien recibida en muchas ocasiones.
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