En la Conferencia Mundial del sida 2010, que concluyó ayer en Viena, la estrella invitada parece que ha sido un gel vaginal microbicida, investigado en Sudáfrica. Este nuevo fármaco, que utiliza un uno por ciento del antirretroviral Tenofovir, ha demostrado en su primera fase de experimentación una protección media de un 39% entre las mujeres que lo utilizaron antes y después de mantener relaciones sexuales. Se trata del primer microbicida probado con éxito. Parece interesante, puesto que se trata de proteger a las mujeres en edad reproductiva, algo importante ya que en Africa son ellas las que soportan gran parte de la enfermedad.
Según declaraciones de los investigadores "si se difundiera entre un tercio de las mujeres que lo necesitasen, y con un margen de éxito del 39%, en 20 años podríamos prevenir 1,3 millones de nuevos infectados y 820.000 muertos". Por otra parte, en la búsqueda de vacunas para inmunizar a pacientes que no están infectados también se han dado moderados avances en una serie de ensayos con vacunas terapéuticas.
Contrasta este moderado optimismo científico con las recientes declaraciones de la Doctora Bonnie Dunbar, en las que decía que cualquier vacuna contra el sida no hará nada para evitar la transmisión heterosexual, que es el principal problema en África.
Por qué? Fundamentalmente, porque el útero de la mujer tiene receptores de VIH muy sensibles. Las respuestas inmunes que se desarrollen en el aparato reproductivo no detendrían al VIH.
Porque durante dos tercios del mes, el aparato reproductor está muy activo en un sentido inmunológico. El cuello del útero segrega anticuerpos que reaccionan contra cualquier cuerpo extraño como bacterias por ejemplo. Pero justo en el medio del ciclo de una mujer, todo el sistema inmunológico del aparato reproductivo deja de funcionar por diez días. No funciona con el fin de evitar el ataque a los espermatozoides que ingresan (cuerpos totalmente extraños al aparato femenino). También para eventualmente proteger cualquier cigoto fertilizado. Esta es la forma natural de protección de la nueva vida en el interior del aparato reproductor femenino, y éste es el motivo por que no está clara la vacuna contra el sida, lo que hace que la enfermedad sea incurable y crónica, aun si es tratada con antirretrovirales.
Y mientras tanto, lo único que se les ocurre es promocionar la industria del látex. Parecen haber olvidado que la mejor protección es el retraso en el inicio de las relaciones sexuales y la fidelidad mutua a una pareja no infectada.
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