El feto sí es un ser humano: siente, sueña, tiene memoria y consciencia antes del nacimiento. En el libro "La vida secreta del niño antes de nacer", el psiquiatra Thomas Verny afirma que "el feto puede ver, oír, experimentar, degustar, aprender" y reconoce la voz de la madre. Sin embargo, el Gobierno español ha hecho una ley que considera al nascituras "un ser vivo pero no humano".
Forumlibertas se hace eco de este libro, publicado conjuntamente con John Kelly, por Ediciones Urano. La obra salió en 1981 y ha sido editada en 27 países. El feto puede sentir, afirman los autores, y se refieren, por ejemplo, al sentido del tacto, que comienza aa desarrollarse ya en la octava semana, cuando el feto apenas mide 3 cm.
Pero el Gobierno ha demostrado una insensibilidad absoluta a todo tipo de argumentaciones científicas. Al pasar de una ley de supuestos a una ley de plazos está apostando en definitiva por el aborto libre. En su campaña de intoxicación a la opinión pública no ha dejado de proclamar el aborto como un derecho de la mujer. ¿Desde cuándo matar a alguien puede considerarse un derecho?
No me resisto a añadir aquí un vídeo, que es todo un testimonio de claridad y valentía. El Presidente del Patronato Juan XXIII, Juan Arroyo tuvo un gesto de audacia al decir a la ministra de sanidad: "digo y ratifico que el aborto no es un derecho". Mi amigo Agustín Losada, en su blog Bioética hoy narra con socarronería el contexto en el que fue pronunciada esta frase lapidaria.
1 comentario:
Así es. Científicamente está comprobado de sobras que el feto oye, siente, ve. Su pequeño corazón empieza a latir a las pocas semanas, antes incluso que la propia mujer se entere de que está embarazada. Otro libro magnífico es "La odisea de la vida", cada una de sus páginas y fotografías son una ventana abierta al Misterio de la Vida.
Sobrecoge la grandeza y la perfección de la vida humana desde su comienzo. ¿Quién después de conocer esta información puede defender el aborto de un ser inocente?. No caben otras razones ni justificaciones frente a la rotunda realidad del misterio y la belleza del ser humano, desde el mismo instante de su concepción. Un abrazo.
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