No cabe duda de que la donación de órganos de vivo a vivo es una acción médica y humana positiva; sin embargo, hay que tener cuidado con la transmisión de posibles enfermedades del donante al receptor.
En este sentido, el Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York, ha dado a conocer la transmisión de una infección por VIH en un transplante de riñón de un donante vivo (MMWR 2011; 60: 297-301).
Que la filantropía no ciegue tus ojos.
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