Se ha secuenciado por primera vez en Estados Unidos el genoma de un feto tras obtener una muestra de la placenta del propio feto. Entre otras cosas ha provocado un vivo debate ético sobre el interés de esta práctica que puede acarrear indudables efectos negativos en el no nacido, especialmente por predisponerlo al aborto prenatal, si se detecta en él algún problema genético o hereditario o algún riesgo de enfermedad grave y además de poder crearle problemas para su futuro en tanto en cuanto pueda sufrir algún tipo de discriminación por esta causa.Esto debería replantear la praxis de algunos médicos de hacer diagnóstico prenatal, de forma habitual. Es sabido que en la mayoría de los casos, ni existe seguridad en el diagnóstico ni hay un tratamiento posible. Por el contrario, puede perjudicar al feto y, en no pocos casos, se aprovecha la prueba para un posterior aborto.
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