Leo en un reciente artículo en Aceprensa la cantidad pagada por la Administración británica por negligencia en la salud pública, por hijos improcedentes, que no querían sus padres o que han nacido con alguna tara. Es una cifra que asciende a 95 millones de libras.
Los casos más frecuentes son anormalidades genéticas, síndrome de Down, espina bífida o parálisis cerebral. Algunas madres se quejan simplemente porque son madres. Es un mundo curioso, parecía que todo quedaba en un inexistente derecho al niño; ahora se trataría derecho al niño sano y, más aún, derecho a no tener nunca ningún hijo.
Termina el artículo: "Sean niños sanos o enfermos, cabe plantearse qué pensarán cuándo sean
mayores y sepan que sus padres recibieron una indemnización por el
“perjuicio” de su venida al mundo".
Welcome everybody
If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember. Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.
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