- No elegimos los padres, los recibimos. Pero hoy parece que la idea de que recibir de un Dios nuestra naturaleza de hombres y mujeres pasa a ser humillante y alienante
- Hemos convertido a la sociedad de una banda de ladrones: una suma momentánea de intereses.
- Si Dios pierde la centralidad, el hombre pierde su sitio justo. Está condenado a errar por el mundo como un nómada salvaje ignorando que es hijo y heredero de un Padre que le ha creado por amor y que le llama a participar de su felicidad eterna
- La tragedia de Occidente es siempre la misma. Dios ha desaparecido. Los Estados han ocupado su lugar
- En Occidente, Dios se ha convertido en uno de esos ancianos que viven en residencias y que nos olvidamos de visita
- Si me absolutizo, me convierto en enemigo del otro. La Ley natural es en cierto modo la gramática de nuestra naturaleza. Nuestra naturaleza no es una enemiga ni una cárcel.
- El hombre moderno teme que sus raíces se conviertan en un yugo. Una sociedad que rechaza el pasado corta con su futuro. Es una sociedad muerta, sin memoria, vencida por el Alzheimer
- Un Estado nunca puede aspirar a la perfección, nunca podrá prometer una felicidad total ni una libertad absoluta.
- Cuando el sol de la Iglesia se esconde, los hombres sienten frío. La desacralización se transforma en deshumanización.
No olvidemos que la ideología de género y el trashumanismo son amenazas que se ciernes sobre toda una civilización que se tambalea.
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