Un buen amigo mío, José Luis, del que tengo tantas cosas buenas que aprender, me comentaba: "te veo bastante bien"; a lo que yo respondí bromeando con el tema de mi lastimoso ojo: "lo importante no es cómo me ves, sino cómo te veo yo". A lo que él replicó, muy serio: "lo importante es cómo te ve Dios".
Por: Alberto García Chavida
No hay comentarios:
Publicar un comentario