Mientras el Partido Europeo Cristiano abandona posiciones a favor de la vida y de la familia, toda España se manifiesta en contra del aborto libre que propone el Gobierno socialista. No está de más recordar que la oposición al aborto no es una cuestión religiosa. La Biología es ciencia, no religión. Es, ante todo, una cuestión ética y cívica, porque se basa en la dignidad del hombre y de la mujer. Licencia para matar nunca puede ser signo de progreso. Por eso, ningún progresista puede estar a favor del aborto. No hay progresismo ni derecho de la mujer que pueda verse reconocido con más de 100.000 muertes gratuitas año.
Ayer, el Presidente de la Academia Pontifica para la Vida, Monseñor Fisichella, animaba a los cristianos a manifestarse contra el aborto. Un apoyo más de los muchos que han cosechado estos luchadores por la vida. Por la vida, de todos, también la de los linces, pero todavía hay clases.
Una gran marea roja recordará mañana que el aborto es un mal, que no existe ningún derecho al aborto. La gran fiesta convocada por Derecho a Vivir (DAV), HazteOir.org, ProVida Madrid y unas 100 entidades más es ya un éxito antes de salir. Felicitaciones desde aquí a los organizadores, a todos los que han peleado con uñas y dientes en esta batalla, y a pasarlo bien, dejando de lado a esa minoría que propaga la muerte, y que -como nos recordaba Gádor Joya, son unos tristes.
1 comentario:
Tu intención es muy buena, claro, pero un par de matices:
- Las manifestaciones no son ninguna fiesta, sino un drama. Y un drama sobre todo que va a acabar muy mal (porque no van a servir para nada)
- La minoría desgraciadamente somos nosotros, no los proabortistas.
Publicar un comentario