Hisashi Moriguchi, de 46 años, ha admitido que al menos cinco de los seis trasplantes que afirmaba haber realizado eran falsos. Había sido contratado en 2010 como parte de un programa financiado por el gobierno japonés. Después de este escándalo y el llevado a cabo por el coreano Hwang Woo-suk, resulta que si hay algún campo de la investigación que necesita ser especialmente transparente y limpio es el de las células madre.
En otro orden de cosas, también leo en bioedge que Massachusetts podría convertirse en el tercer Estado americano (después de Oregón y Washington) que legalizara el suicidio asistido. El próximo seis de noviembre es la votación.
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