No sé lo que opinaran ustedes. Pero no estoy muy de acuerdo con la opinión de esos autores, aunque la expongan en una revista científica, y lo apoyen con cinco razones. Me remito a la palabra donante. Entiendo que es aquel que realiza un acto desinteresado. Sino, diría Vendedores de órganos, pero sí se dice donante es porque los dan, de gratis. Digo yo.
Para que la extirpación de órganos sea ética hay que tener necesariamente un consentimiento informado y libre por parte del donante (no del vendedor) o de la familia. El donante tiene que hacer en vida un don de su cuerpo, absolutamente gratuito, para salvar generosamente otra vida humana. Sola la donación puede legitimar la extirpación.
Si esos criterios son válidos en caso de donación de órganos de fallecidos, por qué no vamos a seguirlos en el caso de donación de órganos de personas vivas?