Desde entonces, en la literatura científica se han publicado cientos de estudios preclínicos y docenas de ensayos clínicos, habiéndose comprobado que los mismos no muestran apenas efectos secundarios, pero la mejora funcional de los corazones transplantados ha sido muy pequeña (Journal of the American College of Cardiology 60; 1288-1290, 2012).
Estamos en los comienzos de la medicina regenerativa. Todavía faltan algunos años de investigación seria y ponderada. No es oro todo lo que reluce en este campo, y habrá que ser prudentes para no dar espectativas faltas a los pacientes.
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