Life News nos comparte un magnífico programa televisivo emitido en EEUU, “La vida secreta de los bebés no nacidos”, que muestra desde la voz autorizada de la Ciencia la evidencia que el movimiento provida no hace sino respetar: que no hay diferencia entre la humanidad de un feto y la de un recién nacido. En el interior del útero o fuera de él, un bebé es un ser humano con idéntica dignidad y con el mismo derecho a vivir.
En el documental, el Dr. Bill Fifer, profesor de psiquiatría en la Universidad de Columbia y destacado experto en el aprendizaje del feto y del recién nacido, afirma: "Prácticamente todo lo que hace un bebé recién nacido, ya lo ha hecho el feto". La Ciencia afirma lo que el movimiento pro-vida ha mantenido siempre: no hay diferencia entre la humanidad de un feto y la de un recién nacido.
Los abortistas tratan de deshumanizar al bebé nonato, difundiendo la falsedad de que la vida humana en el vientre no es más que una parte del cuerpo de la madre, tejido o células, fácilmente descartables mediante el aborto. La propia Ciencia desmiente la falacia: los bebés no nacidos son sensibles al dolor desde las 12 semanas de embarazo. La Ciencia ha creado una ventana impresionante en el útero. Esta generación ha sido llamada la "generación del ultrasonido”. En la mitad de la de vídeo, el Dr. Fifer explica que los bebés, a las 12 semanas de gestación, "son capaces de percibir la información sobre todas las partes de su cuerpo, aunque algunas son más sensibles que otras: alrededor de la boca, alrededor de los pies, alrededor de las manos ".
Los expertos dicen que los pataleos y otras actividades de los bebés no nacidos pueden ser una reacción a la alimentación de su mamá o al cambio de posiciones; o puede ocurrir sólo porque el bebé siente lo que se mueve alrededor. Las emociones de la mamá también puede causar ciertos movimientos. Mujeres embarazadas con estrés mostraron que sus bebés se tocan con más frecuencia la cara con la mano izquierda, según una investigación de las Universidades de Durham y Lancaster en el Reino Unido, publicada el mes pasado en la revista Lateralidad: Asimetrías del Cuerpo, Cerebro y Cognición. "Esto sugiere que el estrés materno podría estar teniendo efectos sobre el comportamiento del niño en el seno de la madre, y destaca la importancia de reducir dicho estrés durante el embarazo," relata el Dr. Nadja Reissland, autor principal del estudio.
El informe también describe como incluso antes de nacer, los bebés aprenden de la experiencia, sobre todo si está directamente relacionada con sus mamás. Los bebés, Incluso dentro del útero pueden aprender a reconocer una canción de cuna, si la madre la repite entre las semanas 28 y 34, según un estudio publicado sobre conducta y desarrollo infantil.
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