En un reciente artículo publicado en El Diario de Burgos, se informa que desde la entrada entrada en vigor de la nueva ley sobre el aborto, el pasado mes de julio, se han tramitado 162 interrupciones de embarazo, ocho veces más que en todo 2009. En sólo seis meses, se han llevado a cabo tantos abortos (un total de 162) como en los últimos cinco años.
Según los datos facilitados por la Gerencia de Salud de Burgos, la relación del aumento registrado con el cambio en la legislación es evidente. Del total de los 162 abortos, 150 -o lo que es lo mismo, más del 90%- se amparan en el artículo 14 de la citada Ley 2/2010 que permite interrumpir el embarazo sin alegar causa alguna hasta la semana catorce. Los doce casos restantes respondían a causas médicas -riesgo para la embarazada o anomalías fetales- y en virtud de lo establecido en la norma no superaban las 22 semanas de gestación.
La mayoría de los profesionales de los hospitales públicos de la provincia no practican abortos por motivos de objeción de conciencia. Es por ello que Sacyl deriva los casos a clínicas privadas con las que mantiene acuerdos para prestar este servicio. De las pacientes asistidas desde julio, 161 fueron derivadas a Ginemédica y una a la Clínica Recoletas, también de Valladolid. Estos datos son bastante elocuentes de los grandes beneficiados con la nueva ley: las clínicas privadas.
Todos estamos de acuerdo en que el aborto es un mal. Un principio básico es el de que cuantos menos abortos, mejor. Este principio creo que puede ser suscrito por cualquier persona con sentido común. El crecimiento del número de abortos es siempre un fracaso educativo, sanitario, social y político, un síntoma de subdesarrollo y de falta de información y apoyo a las mujeres.
3 comentarios:
Querido Albert:
No estoy seguro si se ha producido en realidad un aumento de abortos o un aumento del número de abortos pagados por el Sacyl. Me parece que lo que está ocurriendo es que la gente, al ser consciente de que tienen derecho a abortar, va a solicitar el ejercicio de su derecho. Y la Administración les deriva a los mismos centros que antes realizaban los abortos, solo que esta vez lo pagamos entre todos, y no solo las abortistas...
No digo con esto que haya bajado el número de abortos. Creo que es my posible que, en efecto, haya subido. Lo que es dramático es que ahora se nos hace a toda la sociedad co-responsables, también con nuestro dinero, del crimen horrible del aborto. Y mientras tanto, la sociedad es mal-educada en un presunto derecho que no es tal.
Totalmente de acuerdo con tu comentario, Agustín. Lo peor de esta ley es que con ella el aborto ha pasado de ser un delito a convertirse en un derecho. Con lo que eso supone de maleducar a los ciudadanos.
Muy oportuna esta entrada en tu interesante blog, y también vuestros comentarios. Al leerlos me ha venido a la memoria una anécdota que hizo famosos a dos Médicos Internistas del Hospital Valdecilla y que os relato abreviada: cuándo tenían mucho interés científico en que se hiciese la autopsia a un enfermo fallecido, para asegurarse de que la familia daba su autorización para poder llevarla a cabo, estos médicos les preguntaban "¿Llevaba el difunto muchos años cotizando a la Seguridad Social?" a lo que la familia por lo general contestaba "¡Muchos, 42 años!" Y ellos, de nuevo "¿Y saben que tienen derecho a que se le haga la autopsia?" a lo que la familia contestaba casi siempre "¡Pués que se la hagan, faltaría más!". Yo creo que esta anécdota se puede trasladar al tema del aborto y ese enfoque que se le está dando de "¡Usted tiene derecho a abortar!". Yo más bien diría a estas madres ¡el niño tiene derecho a vivir!
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