El pasado 12 de diciembre, el Jefe rabino de Gran Bretaña, Lord Jonathan Sacks, pronunció una interesantísima conferencia en la Universidad Gregoriana de Roma. donde realizó un profundo análisis de la crisis financiera global, que azota especialmente a Europa. Algunas de sus ideas tienen una aplicación directa en el campo de la educación. No entrecomillo las frases, pues estoy seguro de que la traducción deja mucho que desear. Pero, en cualquier caso, nos sirve para una reflexión.
No es casual que, a pesar del hecho de que hasta hace poco éramos más ricos de lo que generaciones anteriores podían imaginar, no éramos más felices. Convertimos a los niños en mini-consumidores, dándoles teléfonos móviles en lugar de nuestro tiempo. El resultado, en el Reino Unido, es una generación de niños más infelices, más propensos a la depresión, al estrés, a los trastornos alimentarios y al abuso de drogas y alcohol de lo que eran hace cincuenta años. El resultado es una sociedad de consumo altamente eficiente para la creación y distribución de infelicidad.
Es más. Experimentos realizados nos muestran que los niños con mayor control de sus impulsos crecen fuertes, con más confianza en sí mismos, logran mejores calificaciones en el colegio y en la universidad y tienen más éxito en sus carreras que los demás. El éxito depende de habilidad para demorar la gratificación, que es precisamente lo que socava la cultura consumista. En estos momentos, el énfasis está en la instantánea gratificación de instinto. En palabras del grupo Queen: "lo quiero todo y lo quiero ya." Toda una cultura está infantilizada.
¿Qué significa esto para una cultura donde la felicidad se define por los medios materiales? Esto significará el máximo de decepción con el mínimo de consuelo. Debemos aprovechar estos años de recesión para devolver a su legítimo lugar las cosas que tienen valor pero no un precio: el matrimonio, la familia, el hogar, el tiempo dedicado a los hijos, la amistad cara a cara. Un mundo sin valores pronto llega a ser un mundo sin valor.
Y estos son los valores que han mantenido a la cultura judeo-cristiana: el Sábado (para los cristianos, sería el domingo). Matrimonio y familia. Educación. Un concepto solidario de la propiedad. Derecho.
Welcome everybody
If you long for life, culture and especially the truth, I must let you into a secret; you need to look no further because you have found me, Alberto!
I can't promise you won't still be hungry and thirsty, but we can have some fun times together and it will give you something to remember. Then tomorrow and beyond, you can reflect on what it is like to have a joyful day that in turn leads to a joyful heart.
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