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Mi amigo Pablo me remite la información de un evento al que tuvo la suerte de asistir. Del 10 al 12 de agosto tuvo lugar en Amsterdam el V Congreso Mundial de las Familias, en la que participaron casi 2000 personas que representaban a sesenta y cinco países de los cinco continentes. El título es muy elocuente: "La Familia: más que la suma de sus partes". Estos congresos se fundamentan en dos pilares: el valor irremplazable de la familia natural y la inviolabilidad de la vida humana. En realidad, son una auténtica celebración de la familia.
Entre los congresistas: parlamentarios, científicos, y una amplia gama de credos entre los organizadores, ponentes y asistentes: judíos, musulmanes, baptistas, luteranos, católicos, ortodoxos, mormones, hinduistas, etc. Un auténtico foro multidisciplinar y plural. Eso sí llamaba la atención la ausencia de ponentes de posiciones opuestas a la familia, que, aunque invitados, declinaron asistir al acontecimiento. Quizás sea por la pobreza de sus argumentos.
Holanda (lógicamente, al tratarse del país anfitrión), Estados Unidos y México fueron los países con más congresistas. Por parte de España, acudió Red Familia, la Federación Española de Asociaciones Provida y la asociación Hazte Oír.
La Declaración de Amsterdan reafirma la noción natural de familia, destaca la apertura a la vida y se define "pro-niño", con todas las consecuencias. Sostiene que el futuro de las naciones descansa en familias espiritualmente consolidadas y que las organizaciones religiosas han de poder expresarse libre y públicamente sobre el matrimonio y la familia. La familia natural es anterior al estado y es éste quien ha de respetar su autonomía.
Apela a una legislación y unas políticas que apoyen la familia natural y la educación de los hijos, frenen el divorcio, protejan el derecho primario de los padres a orientar moralmente a sus hijos, y salvaguarden la invulnerabilidad de la vida humana, especialmente en su comienzo y su final. Desde esta perspectiva, manifiesta su preocupación por el declive de la natalidad como clave del problema demográfico. Abogan por una respuesta al sida a través de programas educativos de promoción de la abstinencia, la fidelidad y la formación del carácter (cuyo óptimo resultado se ha comprobado en países como Uganda y Filipinas). Si tuviera que resumirlo en una frase, diría que la Declaración de Amsterdam es una invitación a las personas monógamas a recuperar la cultura de la vida.
1 comentario:
Hola!!!
He leído la noticia en Mormon Times. También estuvo allí el Apostol Russell M. Nelson, para hablar en defensa de la familia y los valores familiares.
Esta es una de las muchas causas por las que se deberían unir todas las creencias.
Saludos y cuídate!
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