Una enfermera norteamericana que ha trabajado durante años en el Hospital de la Universidad de Stanford en California ha publicado recientemente un ensayo, donde revela algunas verdades que se han venido ocultando, por razones ideológicas, acerca de las graves consecuencias para la salud individual y pública de las conductas homosexuales. Ya se sabe que para algunos lo importante no es la verdad, lo importante es ostentar el poder. Y nadie discute el poder que el lobby gay tiene en el mundo occidental, que no sólo busca defender lo que ellos consideran sus derechos humanos, sino imponer su visión de la sociedad actual, de ahí el proselitismo en los colegios de enseñanza primaria y secundaria, como ya se ha visto en algunos países: España, Chile, México y muchos otros.
Comenta Kathleen Melonakos: "la homosexualidad no es normal ni benigna. No existe otro grupo de personas que muera a sus cuarenta y tantos años de enfermedades infecciosas en los Estados Unidos que los que practican la homosexualidad". A este comentario yo añadiría algo de mi propia cosecha: ciertamente, no es la homosexualidad en sí la causante de estas muertes, sino la promiscuidad a la que se abandonan algunos, no todos, homosexuales.
No es la única voz de alarma. Por eso parece lógico que cada vez se oigan más voces hablando del derecho a cambiar. Los que conocemos a algún homosexual sabemos de su angustia y de su sufrimiento. Sabemos de toda una vida que, lejos del bullicio popular que nos envuelve en sus fiestas de orgullo gay, se esconde con más pena que gloria.
Hoy se sabe que la homosexualidad puede prevenirse en algunos casos y sanarse en otros al llegar la edad adulta, si hay suficiente motivación y ayuda. Pero siempre nos quedará la duda: el homosexual nace o se hace? Termino recogiendo dos direcciones de internet que pueden ser de utilidad a aquellos interesados en tener más información, a los que quieren reorientarse sexualmente y que no tienen a dónde acudir o no cuentan con los medios económicos necesarios: www.peoplecanchange.com y www.freetobeme.com. Y por encima de todo, jamás estigmatizar a nadie por su orientación sexual.
2 comentarios:
Creo que el problema principal es que no se deja que decidan los expertos sobre si es o no una enfermedad, un trastorno psicológico o una situación más del individuo. Cada cual tiene una opinión ligera al respecto sobre lo que le parece a él la homosexualidad, más cercana a sentimentalismos que a razones científicas y prácticas.
No sé si conoces cómo se eliminó la homosexualidad del DSM-III en 1973 por presión del lobby gay, cuando era un tema muy debatido aún entre los psiquiatras. César Vidal escribió un artículo al respecto.
Es una pena que se le tenga miedo a la verdad, porque todos aquellos que evitan el discurso científico al respecto -único válido, a mi entender- es porque tienen miedo de lo que pueda determinar.
Por otro lado la promiscuidad es lo que conlleva la transmisión de enfermedades, sobre todo venéreas. Conozco profesionales en España que trabajan en consultas de urología que me cuentan que el aumento de éstas es elevadísimo, y de eso no hay apenas noticias ni datos oficiales.
Un saludo
je suis surpris que l'on parle sur ce blog de l'homosexualité comme d'une maladie et que l'on parle aussi de modifier l'orientation sexuelle des gens.
tous les goûts sont dans la nature
y compris les goûts sexuels y compris les goûts sexuels "déviants"
c'est très arbitrairement que l'on décide que certains sont normaux et je croyais la chose définitivement acquise
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