California cambia de rumbo: a partir de ahora investigará con células madre adultas. Tras cinco años de infructuosas investigaciones con células embrionarias, el Instituto de Medicina Regenerativa de California cambia su estrategia para centrarse en una línea de investigación más prometedora: las células madre adultas. En esta decisión, han pesado y mucho los inversores, que se quejaban de la falta de resultados.
Tras una intensa campaña mediática protagonizada por el actor tetrapléjico Christopher Reever y otros famosos, en la que aseguraron que la investigación con embriones era necesaria para curar enfermedades, a finales de 2004 California aprobó por referendum dedicar 3.000 millones de dólares de fondos públicos a la investigación con embrionarias. El año pasado, el Presidente Obama levantó el límite impuesto por Bush a la financiación pública de la investigación con células embrionarias. Decisión que fue muy aplaudida por los responsables del Instituto de Medicina Regenerativa.
Podría pensarse que a partir de entonces todo iba a ser coser y cantar, que los investigadores iban a entregarse de lleno a la cause de experimentar con embriones, pero el hecho es que no ha habido ninguna cura, ninguna terapia y muy poco progreso.
Hay un tópico que figura en los medios: la ciencia pura no puede ser obstaculizada por la política ni por la ideología, y menos aún por la religión. Según esto, Bush habría hecho un flaco servicio a la ciencia al limitar la experimentación con embriones; en cambio, el benéfico Obama iría por el buen camino, al promover una investigación libre y abierta, fundada en hechos y no en ideologías.
Pero los hechos no parecen estar de acuerdo con este planteamiento maníqueo. Hoy día se sabe que las células embrionarias están obsoletas. Y peor aún, este tipo de células pueden ser peligrosas, pues son difíciles de dominar y de conseguir que se conviertan en el tejido deseado. Además requieren altas dosis de inmunosupresores y
pueden dar lugar a una especie de tumor conocido como teratoma.
1 comentario:
Es verdad que rectificar las acciones, es una actitud de sabios.
También es cierto que reconocer los errores, es la actitud del humilde.
La pobreza de espíritu está en quienes toman las decisiones correctas presionados por la falta de buenos dividendos.
Abandonar las investigaciones médicas por la falta de resultados que generen buenas ganancias, tornando económicamente rentables los parámetros “costos - tiempo – ganancias”, solo muestra una actividad científica, desnaturalizada y manejada por el signo “Peso”.
Gracias por compartir esta noticia. A pesar de ser producto de la avaricia de los inversores, a los ojos de la Bioética importa recuperar un poco de la dignidad perdida.
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