Bebés modificados genéticamente en China: La Universidad Católica de Valencia califica de "moralmente inaceptable, puesto que no existen las necesarias evidencias de seguridad para justificar el desarrollo de estas experiencias", afirma el Observatorio de Bióetica.
El científico chino de la Universidad de Shenzhen He Jiankui asegura haber creado los primeros bebés modificados genéticamente. Se trata de las niñas gemelas Lulu y Nana, cuyo ADN se ha manipulado para protegerles frente al VIH. La investigación no se ha publicado en ninguna revista científica, por lo que sus datos no han podido contrastarse. La gran mayoría de la comunidad científica internacional ha calificado este hecho de "irresponsabilidad".
El Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia ha
dado su valoración ante este experimento científico. Según He Jiankui las gemelas nacieron por fecundación in vitro y se modificaron genéticamente desde su estado embrionario con la
herramienta de edición genética CRISPR. El objetivo era hacer a las niñas resistentes al SIDA, puesto que su padre es portador del virus causante de esta enfermedad.
El Observatorio explica el impacto que supone este experimento y explica la diferencia entre la edición genética somática y la edición genética germinal.Esta segunda "implica que los cambios realizados pasarán de generación en generación, y conlleva serios riesgos de seguridad, ya que la acción de CRISPR todavía no está del todo bien controlada (
ver aquí) y nuestro conocimiento del genoma es limitado (
ver aquí). "Así mismo -continúa el Observatorio- abre la puerta a la producción de los llamados “bebés de diseño”, en los que las modificaciones no se realizarían para curar una enfermedad, sino para obtener distintas “mejoras” en el bebé".
Por lo tanto, l
as implicaciones éticas de esta segunda posibilidad son, por tanto, de enorme gravedad. "Por ello las experiencias de Jiankui han sido tan criticadas. Además, el caso de las gemelas se enmarcaría en el ámbito de la mejora, pues no padecían la enfermedad, de manera que lo que se ha hecho no es curarlas, sino dotarlas de un rasgo genético preventivo, lo que plantea inconvenientes éticos adicionales".
Valoración bioética A juicio del Observatorio de la Católica de Valencia, "el uso y destrucción de embriones humanos en investigación es moralmente inaceptable (ver
estatuto biológico del embrión humano y
estatuto antropológico)". Y explica: "Si la edición genética germinal podría algún día ser segura basándonos solo en estudios con animales es algo incierto, pero ello no justifica el sacrificio de vidas humanas con este fin, máxime teniendo en cuenta que la modificación genética germinal no responde a las necesidades médicas de pacientes existentes, sino al deseo de los padres de concebir hijos, como mínimo, perfectamente sanos. Si bien este deseo es legítimo, los medios no se justifican por el fin, sino que deben ser justificados en sí mismos".
En conclusión, consideran que no existen las necesarias evidencias de seguridad para justificar el desarrollo de estas experiencias. No obstante, el avance técnico en este campo no debe sustentarse en la experimentación con embriones humanos, sino en modelos animales, aunque no existen garantías de que pueda alcanzarse un grado de seguridad suficiente en el futuro.
"La puesta en marcha de intervenciones sobre el genoma humano embrionario que implican proyectos de mejora, diseño o selección, pueden ser un paso más para el desarrollo de los proyectos trans y posthumanista, que constituyen, a nuestro juicio, el mayor ataque a la persona humana en este siglo XXI", dice el Observatorio de Bioética.