¿Sabías que en España uno por cada 11.214 abortos en 2007 ha sido por violación?
Tampoco después de nacer puede un niño vivir independientemente de la madre o de los cuidados apropiados. No es independiente hasta la madurez. A este niño, ¿cabría negarle el derecho a seguir viviendo?
Es cierto que legalizar no es aprobar. Pero no es menos cierto que las leyes tienen un gran valor educativo. La diferencia entre despenalizar el aborto en unos determinados supuestos y proclamar el derecho, que no existe, de la mujer a abortar es clara y notoria.
Hay algunos abortistas que se las dan de progresistas, porque -según ellos-la ley que penaliza el aborto es represiva, en cambio la que lo liberaliza es democrática. En realidad, la actitud del verdadero progresista pasa por promover alternativas reales para que ninguna mujer se vea abocada a abortar. Lo demás de progresista nada, pues ya la historia nos habla de civilizaciones antiguas en las que algunos bárbaros abortaban a sus creaturas.
De la salud física y psíquica de la madre, también en boca de muchos y en la normativa actualmente vigente, me remito a todas las calamidades y miserias que son conocidas como el síndrome post-aborto. No es eso mucho más problemático que un embarazo no deseado?
Podemos comprobar que los partidarios del aborto se mueven en el cenegoso mundo de los tópicos. Por eso, es muy aconsejable una lectura atenta de estos diez tópicos abortistas, publicados por La Gaceta, por Juan Cruz Cruz y Santiago Mata.
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