La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha hecho las siguientes declaraciones sobre el feto de 13 semanas: “Es un ser vivo, claro; lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tiene ninguna base científica”.Científicamente se pueden comprobar hipótesis mediante expermientos, pero saber que una entidad es perro, gato u hombre no se puede comprobar con experimentos. Es de sentido común, cualquier persona que no quiera engañarse puede saberlo Científicamente se pueden comprobar hipótesis mediante experimentos, pero saber que una entidad es perro, gato u hombre no se puede comprobar con experimentos. Es de sentido común; cualquier persona que no quiera engañarse puede saberlo. También quienes son partidarios acérrimos de la libertad para abortar, como la feminista Judith Jarvis Thomson , reconocen que se trata de un ser humano. Pero tienen simultáneamente el coraje de afirmar que no tenemos por qué preocuparnos de los demás seres humanos. La versión de la ministra de Igualdad es menos valiente porque no da la cara, siempre ha sido así entre estos personajes.
El proyecto de Ley de aborto que ha aprobado el gobierno contempla la posibilidad de que una chica menor pida el aborto sin el conocimiento de sus padres. Es una muestra más de la irrealidad y la irresponsabilidad con la que se pretende legislar sobre esto. Sólo en una familia destructurada una chica de esa edad puede carecer de la ayuda familiar para enfrentarse a una situación tan complicada, y aun en este caso habrá personas afectivamente cercanas que le podrán ayudar. Pero no nos engañemos, lo que de verdad está en juego es otra cosa mucho más importante, es declarar un derecho que no existe en la realidad: el derecho a matar. No existe ningún derecho parecido. Hay que aclarar que sólo hay una disyuntiva: Derecho a la vida o Licencia para matar. Pero no hay términos medios. El Gobierno ahora quiere dar licencia para matar.
Juan Manuel de Prada decía recientemente que el feminismo implacable va consiguiendo que acabar con la vida de un hijo empiece a considerarse un derecho. La reforma que se está preparando apunta a una ley que permita el aborto libre en un plazo temporal. El escritor considera que esto conducirá a una banalización del mal y a un ahondamiento en la absoluta amoralidad.
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