Mientras que en el mundo occidental se pierde el sentido religioso, cada vez más gente se define como Verde con un entusiasmo y unos ritos propios del creyente. Aceprensa recoge algunos de estos rasgos, tomados de un artículo publicado recientemente en Wall Street Journal, por Paul H. Rubin:
Hay alimentos prohibidos. En vez de comer pescado los viernes, o evitar el cerdo, los verdes comen alimentos orgánicos y muchos tienden a comer solo alimentos cultivados localmente. No hay oración, pero sí sacrificios rituales que no son particularmente útiles, como reciclar papel para salvar árboles, cuyo efecto a largo plazo será que se plantarán menos árboles.
Abrazan los sistemas de creencias sin lógica alguna. Los Verdes creen en el calentamiento global, pero rechazan la mejor solución al problema, que sería la energía nuclear. Estas dos creencias subsisten basadas en la fe, no en la razón. No tienen templos, pero hay estructuras sagradas. Continuamente nos encontramos cubos para el reciclado, y en vez de un cubo de basura hay varios para distintos tipos de basura. Si a lo largo de la historia la gente ha rezado a muchas cosas, nosotros podemos ser los primeros en dedicar templos a la basura.
El ecologismo es una religión proselitista. Los escépticos no son solo gente que hay que convencer con pruebas, sino que son tratados como pecadores. Por último, los ecologistas tienen su fiesta santa: el Día de la Tierra. Y añado yo, de sus celebraciones nos ha dejado constancia recientemente el inigualable Evo Morales, con unas soberbias declaraciones, alertando de la relación entre el pollo transgénico y la conducta homosexual. Queda por investigar si el estado alegre en el que se encontraba el Presidente de Bolivia constituía parte de las ceremonias rituales de la celebración del Día de la Tierra.
Pienso que lo mejor de todo esto es el respeto y disfrute de la naturaleza, con el compromiso de salvaguardar la biodiversidad para las futuras generaciones. Sirva como botón de muestra, el empeño que realiza el Gobierno de Bhutan, en el corazón de Asia, para mostrarnos la flora y fauna del Himalaya en todo su esplendor En esta magnífica web podéis encontrar más información sobre el Himalaya. En la fotografía, vemos a Nar, alto funcionario del Gobierno de Bhutan, con el que me une una relación de profunda amistad.
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